lunes, 15 de octubre de 2007

Dos merecedores

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Lo que hoy escribo es a título personal. Es un gusto que me quiero dar y que, para muchos, puede resultar absolutamente lleno de subjetividad. Seguro. Me arriesgo. Pero sé de gente que igualmente comparte mi sentir. Porque que Al Gore y Doris Lessing hayan recibido sendos Nobeles a muchos nos pone felices.

Al Gore me impactó hace varios años cuando me enteré con cuanta gallardía le dejó el “campo orégano” a este energúmeno que se ha aferrado a la presidencia de los EEUU. Fue un ejemplo de señorío que nadie duda que puede haber dejado sus buenas dosis de resentimiento y frustración. Pero se levantó de las cenizas tras la injusticia y decidido a no dejarse vencer se reinventó. Debe haber pensado: “Hacia dónde pueden llevarme ahora mis pasos para destacarme, darme un gustazo y además hacer el bien?”

El resultado de todo esto es, condensado, ese documental-emblema que deja pasmado a quien lo mire y que se titula La Verdad Incómoda. O a Ud. no lo hizo sentir mal?... Que había golpes bajos, sí. Que era autorreferencial, sí. Que tuvo toques sentimentaloides, a no dudarlo…Pero nadie se opuso diciendo que no era verdad lo que allí se afirmaba…Recién ahora, al acercarse la designación para el Nobel, en estos últimos días, se escucharon algunas voces disidentes…Pero ya sabemos lo que es la envidia…

Por otra parte, qué puede decirse de Doris Lessing (86), esa anciana dama que ha venido bregando contra toda suerte de injusticias desde hace más de 50 años? Obras tan magnas como Canta La Hierba, El Cuaderno Dorado o Las Abuelas ( que a mí me fascinó) hablan a las claras de un alma lúcida y de una batalladora incansable. Pero (otra vez las mezquindades) voces se levantaron para criticar la elección. Si hasta el intocable Humberto Eco dijo que es extraño que se le haya dado el premio a otro escritor inglés si hace dos años lo recibió Harold Pinter…Y pensar que es la decimoprimera vez que un Nobel de Literatura le es otorgado a una mujer…! Y se han entregado en 103 oportunidades!

Por un lado Al Gore. Por otro Doris Lessing…Brindemos juntos los que celebramos tales galardones y a tales galardonados…Ya sé: es algo muy personal. Pero yo se lo advertí. Y recuerdo un refrán de mi madre: Si la envidia fuera tiña…
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