miércoles, 24 de octubre de 2007

Dale nomás!

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Hace pocas semanas, luego de ver la película italiana El Caimán me/nos ví reflejada en un espejo: la tinellización de la TV se ha incorporado desde hace ya varias décadas y a nosotros nos tocó conocerla durante Menem…
Hay un programa en la tele argentina que es imperdible (y confieso: es lo único que veo en la pantalla chica). Se llama TVR. Por allí, como invitados en vivo, pasan desde Fito Páez a José Pablo Feinman (a veces, también , Luciana Salazar… en fin, rating es rating, señores…) rescatando en ocasiones a figuras de archivo, como Goar Mestre. Es triste advertir cuánto talento ha habido -y hay- entre nosotros sin que se lo valore. Este último, en una grabación de hace unas tres décadas, manifestaba lo que siempre se enseñó en el periodismo televisivo: que sirva para entretener, informar y… FORMAR!

Pero todo el mundo ha tirado la chancleta. Y mal que nos pese a los que pegamos gritos, nadie nos hace caso. Hasta el culturoso Humberto Eco en su última recopilación A Paso de Cangrejo lamenta lo que fue y ya no es… Claro, a él le toca vivir en el país de El Caimán…

A un paso de nuevas elecciones presidenciales –con un resultado ya cantado– pensamos que al único miembro de la prensa que el matrimonio presidencial ha recibido –y visitado– en los últimos años es… Marcelo Tinelli. Sí, acertó, señora, señor! El ha sido el favorecido con tal honor!

Mientras desde la pantalla se elige sin ningún rigor quién es más “grande”: San Martín o Belgrano o Maradona o Alberto Olmedo(¡), los miembros de ATA, quienes por mucho tiempo no han dado la cara cuando algunos pensantes (tipo Pablo Sirvén desde el diario La Nación) han reclamado su responsabilidad en la hechura de la televisión basura de los últimos tiempos, ahora han pegado el grito preelectoral, alegando que el medio da pérdidas y pretenden un suculento subsidio “ a fin de aliviar los costos y así asegurar la subsistencia de una industria de enorme valor social y cultural” (sic)
Ya lo dijo la inefable Nacha Guevara: en Argentina siempre se nivela para abajo. Pero en realidad me acuerdo de Cambalache…y mirando al cielo mientras levanto el puño digo: Enriquito, viejo y peludo…dale nomás!”
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