jueves, 15 de noviembre de 2007

Ni ficción ni no ficción: basura

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Si Ud. viene siguiendo este blog, sabe que tengo una debilidad por el periodista Pablo Sirvén. Epa, no se asuste! No es porque sea mi tipo el tal Pablo, a quién no conozco personalmente. Cosa que lamento, pues es una de las mentes más lúcidas y sensatas y razonadoras que haya dado el espectáculo argentino en materia de opinión.Y me encantaría conocerlo, darle un fuerte apretón de manos y decirle: Lo felicito, amigo, por jugarse en la manera que lo hace.
Desde las páginas de La Nación, reparte sablazos a diestra y siniestra, sin miedo ni desánimo. Se entiende, de algún modo: tiene, a todas luces, una empresa por detrás que lo apoya y – no se me escapa – seguro que tal empresa debe tener sus intereses comerciales o de índole política. Que en este caso viene de maravillas para apoyar su postura.

Mucho viene hablando el periodista sobre la basura que destila por todos los poros nuestra TV. Esa es cosa ya archisabida. También se hizo eco Sirvén del supuesto (o no tan supuesto?) subsidio que pretende ATA (Asociación
de Televisoras Argentinas) para poder seguir manteniendo “el valioso aporte que para la cultura argentina significa el medio televisivo” (mencioné el tema en mi nota anterior de octubre). Desopilante recurso imposible de creer. Pero…
cosas veredes Sancho…

Y en los últimos tiempos, ha hecho notar sobre una circunstancia que tiene como única explicación el poder que ejerce el Poderoso Caballero.
Se pregunta, en una nota, qué está pasando con la ficción televisiva realizada por los canales abiertos de la capital. Nada. No está pasando nada. No se hace, directamente. Y ahora viene la pregunta: por qué?

Chi lo sa. Pero no es difícil imaginarlo…Primero hacer ficción es más costoso. Se necesitan productores, libretistas, actores, escenografías, vestuario. Si es en exteriores, buen trabajo debe dar conseguir permisos, etcétera. Por otra parte, resulta más cómodo comprar algunos de los enlatados que vienen de afuera. Predigeridos.
Además –hablando de los programas de chimentos- cualquiera entiende que poner en el aire a un grupo de charlatanes opinando sobre el escandalete de turno en una paqueta escenografía es mucho más práctico.
Total, hasta los escándalos se inventan con tal de conseguir rating.

Pero Sirvén va mucho más allá.Y observa que la escasísima ficción que se produce en Argentina no menciona la Real Realidad. Se acabaron temas difíciles como los que trataban Okupas o Tumberos. Para no hablar de aquellos ciclos de antología que eran Atreverse o Nosotros y los miedos, por citar sólo a los emblemáticos.

Se ha acabado la materia gris entre nosotros? No! Adivinó! Los canales –todos recibiendo suculentos aportes de la Secretaría de Medios – no quieren lola con el gobierno. Aportes publicitarios que sellan las bocas, que exigen mirar para otro lado, que no denuncian ni acusan ni se comprometen ni…
En fin. Ni ficción ni no ficción. Sencillamente: BASURA.
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