lunes, 9 de julio de 2007

La nieve, un premio y un café

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Comienzo a escribir esta nota mientras miro por la ventana viendo caer la nieve. Hoy es 9 de julio –nuestra fecha patria por excelencia – y en todos mis años de vida es la primera vez que cae una nevada (y de esta magnitud) en la ciudad. Panorama perfecto para sentarse frente a la PC con un café humeante al lado y el mundo ante mis ojos, a través de la informática.
Como verá, querido amigo, hoy parto de mí pues de mí escribiré. Se me acaba de otorgar un premio – pequeñito, modesto – pero que me llena de alegría, sobre todo cuando al camino emprendido en algún momento con pasión y confianza alguien ( léase público, audiencia, lector, etcétera) lo comparte. Anhelo inherente al ser humano, en definitiva, deseoso de comprensión y, por qué no, de amor…

Algunos meses atrás hacia San Sebastián partió un CD con una obrita propia basada en una famosa pieza de la dramaturgia española. Respondía a una invitación que se me había hecho para participar en el II Certamen de ficción radiofónica, dentro del marco del Festival de Teatro de esa ciudad vasca. La titulé “Variaciones sobre la Venganza de Don Mendo”, pues habíame basado en el popular trabajo de Pedro Muñoz Seca. Con humor, textos propios, canciones ajenas adaptadas y mucha, mucha audacia, mandé el envío a lo que fuera, con el optimismo que por naturaleza tengo, ya que no por el razonamiento.

Y bueno, “en casa de herrero…” me premiaron, atraídos quizá por la osadía de tocar algo que tanto les pertenece, que habla de damas y capitanes; de trovadores y reyes; de amores y traiciones en la España del siglo XIII. Imagino que el desenfado de tratar tal historia con un dejo de castizo antiguo más algunas voces del lunfardo nuestro y canciones disparatadas los han convencido. Yo encantada. Más allá de mi amor al teatro están mis ganas de tomar algunos tópicos con humor. Además, la radio fue mi primer paso dentro de los medios de comunicación.

Como para ir dándole un final a este día gris que sustenta la ensoñación: ayer leí que en Perú, promocionado y presentado por Mario Vargas Llosa, se “inició una aventura que busca llevar al público las mejores obras clásicas de la literatura a través de la radionovela” y han comenzado con la emisión de El Quijote de la Mancha, en la más importante cadena radial de ese país. Tomo otro sorbo de café, miro el jardín nevado y me pregunto:

¿Por qué no?
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