domingo, 18 de marzo de 2007

Cuanta razón tenía el General...

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Después de leer la nota aparecida en la revista Noticias del 3 de marzo, en la que se entrevista a Jorge Rial acerca de su participación como conductor en Gran Hermano, nota en la que vierte con total desparpajo una sarta de opiniones disparatadas sobre la función de la televisión, su postura mercenaria ante el manejo del medio y sobre la existencia de los críticos, la conjunción de sangres tana y gallega hizo que se me empezara a hinchar la vena, pero después de recordar aquello de non calentarum…, me dije : Ma´sí, tenía razón el General cuando decía: “He conocido buenos que se han hecho malos; he conocido malos que se han convertido en buenos; he conocido inteligentes que se han vuelto brutos pero nunca he conocido un bruto que se haya vuelto inteligente”. Mi General, cuánto valés...!

Hace aproximadamente diez años cayó en mis manos un pasquín titulado Polvo de estrellas (presentado con toda la envoltura de un libro “serio”) en el cual un joven audaz a quien apenas registraba por sus apariciones en el programa del chimentero Lucho Avilés, con absoluto desprejuicio lanzaba a diestra y siniestra todas las intimidades que usted se pueda imaginar sobre la vida erótico/amorosa de un conjunto de los nombres top del momento. Pero (ya que no daba nombres), cualquiera que conociera un poco el mundo de la farándula podía descubrir a quienes se refería.

Sentí tal vergüenza ajena que asqueada (sí, era muy ingenua y cándida en esa época), casi despavorida y sin terminar de leerlo, lo escondí en uno de los estantes posteriores- de esos que poco conocen la existencia del plumero o la gamuza- de una de mis tantas bibliotecas . Y allí ha permanecido…Mi pudor fue más fuerte que la curiosidad. Sentí que ese entonces jovenzuelo no tendría límites. El tiempo me ha dado la razón. Con un cinismo digno de encomio Rial pontifica, defiende lo indefendible, se burla de toda ética y se planta como un exponente muy SIGLO XXI.

Admito que nunca ví Gran Hermano ( ni lo veré) pero eso no quita que, conociendo a la televisión como la conozco por dentro, no sepa de qué trata, atreviéndome a expresarme sobre el personaje en cuestión. Además creo que cualquier persona pensante y con un poco de cerebro opinaría lo mismo que yo.¿ O no? Veamos algunas de las declaraciones del personaje: “ Los participantes del programa son unos descerebrados y se están rascando todo el día. Y el mensaje sigue siendo el mismo: Si mentís y c… al otro vas a sobrevivir[...]Estamos en un país absolutamente frívolo. Todos los medios muestran la intimidad. Esta es una cosa de los críticos (cuestionarse revolver la intimidad para sacar la basura y las miserias afuera) que creen que son impolutos[…]Yo por eso me c… en los críticos[…] La televisión, fundamentalmente, es un entretenimiento que tiene que dar rating. No me vengan con esa pelotudez de la cantidad y la calidad. Todos los que hablan de calidad son los que están afuera”. Etcétera, etcétera, etcétera.

Pienso en George Orwell y su visión de Gran Hermano en su novela 1984… Pienso en aquello de “No tiene la culpa el chancho sino quien le da de comer”…Pienso que no soy una muchacha peronista pero que a pesar de todo digo: Qué grande sos, mi General...!
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