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El controvertido periodista Pepe Eliaschev en su libro Lista Negra insinúa la posibilidad de que la teoría de los Dos Demonios- considerar en igualdad de responsabilidades a la guerrilla terrorista y a la represión por parte del Estado- tiene un alto grado de consistencia y de probabilidad. Mucho me sorprendió su audacia cuando leí el libro meses atrás (fue editado en septiembre de 2006 ), en estos años en los cuales ser o parecer de izquierda es lo políticamente correcto. Debe decirse que debido a razones profesionales- que él ha transformado en personales- Eliaschev tiene un particular encono hacia el actual gobierno nacional y su postura progre.
Dos semanas atrás, la periodista y escritora española Rosa Montero, en una nota aparecida en La Nación Revista del domingo 6 de mayo, hizo referencia a lo que ha venido sucediendo – y sucede- en Cuba con Fidel Castro.
Parte mencionando a la aclamada y laureada película La Vida de los Otros que refleja el horror de la dictadura totalitaria que sufrió el pueblo alemán durante la República Democrática Alemana. Alabando la belleza formal y de fondo del citado filme dice: “…toda esa aberración social y esa pena negra se enmascaraba bajo un mentiroso manto de bellísimas palabras e intenciones, bajo la excusa de la revolución, del bienestar de los pobres y de la justicia. El totalitarismo de izquierdas es una repugnante enfermedad moral. El de derechas también, naturalmente, pero eso es algo mundialmente admitido: nadie discute el carácter patológico del nazismo”.
Termina su nota de denuncia la prestigiosa periodista y escritora diciendo: “Cuesta mucho romper el techo de silencio, las viejas rutinas mentales, la extraña impunidad que rodea a Castro”.
Siguiendo con esta suerte de autocrítica a la que están abocados, evidentemente, muchos de los que piensan, investigan y opinan, el periodista Jorge Lanata acaba de publicar una novela coral titulada Muertos de Amor (Edit. Alfaguara). Es un relato de lo sucedido con el Ejército Guerrillero de Pueblo, aquel grupo de idealistas que comandados por Jorge Ricardo Masetti intentaron reproducir en Salta en 1963 lo que Castro y el Che habían conseguido en Cuba años antes.
Una veintena de hombres se internaron en la selva, sobrevivieron algunos meses y antes de comenzar a actuar fueron desarticulados. En el ínterin habían ajusticiado a dos compañeros por “defecciones revolucionarias”
Uno de aquellos miembros del EGP vive en Córdoba, hace algún tiempo habló y contó la verdad sobre esos asesinatos. Una gran polvareda se levantó…y la discusión continúa hasta ahora. (Pensar que el tal H.J. fue mi terapeuta durante unos años, mientras yo sabía de su exilio y de algunas de sus circunstancias, pero sin adivinar la real verdad…En fin…)
En una reciente entrevista que se le hizo a Lanata sobre su libro, cuestionando aquellos ideales “líricos y heroicos”, el periodista dice rotundamente: “Los buenos no eran tan buenos”.
Tiempos de revisión y mea culpas estamos viviendo, evidentemente. Bienvenidos sean.
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