lunes, 31 de octubre de 2011

Me despido del blog, amigos


Lo comencé con tanto entusiasmo, con tanta alegría – bueno, como la mayoría de las cosas que me planteo emprender y que, finalmente, puedo concretar

Fue en noviembre de 2007. La idea era encarar el mundo de las letras. Pero de allí surgieron excusas para seguir escribiendo sobre otros temas. Las más de las veces los lectores me alentaron. Otras recibí disensos. Pero siempre – a lo largo de cuatro años – advertí el apoyo de quienes me rodeaban. Hasta que llegó este 2011 y todo se precipitó. No, es cierto: no fui corresponsal de guerra en el Medio Oriente ni me tocó relevar los horrores de Haití. Todo lo que he hecho ha sido escribir y pensar; pensar y escribir desde las cuatro paredes confortables de mi escritorio.

Pero fue suficiente que defendiera a Mario Vargas Llosa, y que hablara bien de Elisa Carrió, para que el cauce se desmadrara. Fue como si, repentinamente, la virulencia latente de unos cuantos (bastantes) y el resentimiento encubierto de otros (muchos), hubiesen hecho eclosión.

Viví de niña las antinomias de peronismo – antiperonismo. Advertí las atrocidades que con ensañamiento cometió la llamada Revolución Libertadora hacia los vencidos. Llegaron algunos gobiernos democráticamente elegidos (y digitados). Asistí al derrumbe de muchos. También al advenimiento del Terror (de ambos lados: y si no ¿qué fue la Triple A?) Celebré la democracia en 1983.

Y llegamos a esta etapa en que, por lo que advierto, los tránsfugas y por ende, los corruptos, son mayoría. Y no quiero seguir rompiéndome los cuernos contra las paredes. No voy a oponerme más a nada ni a nadie. Al menos a través de este blog. No vale la pena perder el tiempo con gente obnubilada (u oportunista; habría que ver…) Aguardaré hasta que aclare. Mientras tanto, seguiré con mis novelas, me sentaré sola en la vereda y esperaré.

Y quién te dice, quizá hasta me llegue el momento de “reabrir” esta página…

Como muy bien dijo el lúcido Arturo Pérez Reverte semanas atrás en XL Semanal de Madrid, creo que mi curiosidad se impone a mi prudencia. Quiero ver cómo acaba esto Y si me equivoco, lo lamentaré y pediré disculpas. Pero como recordó la genial Nacha hace algunos días en un programa televisivo: “No deben estar equivocadas los millones y millones de moscas que comen mierda”

Hasta más ver. Gracias.